jueves, 28 de mayo de 2020

VILLA SIGUE SONANDO


Era verano y se podía notar. Todos los años, en esta época se respiraba un aire diferente. Los niños y las niñas pasaban muchas horas en la calle, disfrutando de los paseos, del parque… ¡Qué bonito es nuestro parque! Allí se reúnen pequeños y mayores para disfrutar de los lugares de juego y de las reuniones con amigos. Casi casi, si me concentro, puedo escuchar cancioncillas, la risa traviesa de algún niño o el canto de los pájaros, pero también puedo sentir la alegría. Sí, esa alegría que inunda cada verano nuestras calles, que las llena de música y de tertulias en cada esquina.

Pero una mañana amaneció gris, con unas nubes que amenazaban lluvia, las calles permanecían quietas y el silencio parecía haber atrapado a todo el vecindario. Los pájaros, aunque seguían volando sobre los edificios se habían quedado mudos, no se sentía ningún ruido en los talleres, ni conversaciones en las tiendas y la música había desaparecido de todos los rincones. Todo había cambiado, el verano se había vuelto gris. ¿Quién sería el causante de todo esto?

Un día por la tarde, recogiendo mi habitación escuché una voz grave que venía desde la ventana, era el único sonido que se percibía desde el exterior.

- "SOY EL MONSTRUO PLOF, TODOS LOS SONIDOS DEL PUEBLO QUE HASTA AHORA HABÉIS ESCUCHADO YA NO EXISTEN, ME LOS HE TRAGADO"
 

Aterrorizada, y sin saber qué hacer empecé a llorar del susto.  
¡ERA EL MONSTRUO PLOF! 

Una criatura desconocida y solitaria que vagaba por los rincones del pueblo robando el sonido y el color. Rápidamente salí corriendo de la habitación para contarle a mi familia y a mis vecinos lo que había presenciado. ¿Qué podíamos hacer? ¿Cómo podríamos volver a la normalidad? ¡Villa no podía seguir más tiempo en silencio!

Estaba de nuevo en mi habitación cuando volví a sentir esa voz grave y cansada que tanto me había asustado, el Monstruo Plof había vuelto a hacerme una visita. 
 - "QUIERES SABER POR QUÉ ME ALIMENTO DEL SONIDO DE LOS PUEBLOS Y CIUDADES DEL MUNDO? ESTOY LLENO DE SILENCIO Y NECESITO CUBRIRME CON LAS VOCES DE LAS PERSONAS Y LA MÚSICA DEL EXTERIOR, ME SIENTO SOLO Y NADIE ME ENTIENDE. NO PUEDO DEVOLVEROS LOS QUE OS HE QUITADO, PERO CREO QUE CONOZCO UNA MANERA PARA QUE LOS SONIDOS VUELVAN A COBRAR VIDA"
Fue entonces cuando reuní a todos los vecinos, el Monstruo Plof me había dado la receta para recuperar el sonido robado. Desde nuestros hogares, a través de las ventanas y balcones debería escucharse la música, cada vez más intensa, hasta que en la calle volviera a resonar el eco de las voces y nuestros lugares favoritos recobraran su vida.

Finalmente, llegó el día en el que comenzamos a sentir una canción que cada vez resonaba con mayor fuerza. ¡Venía de nuestro cole! Los profes la habían puesto para darnos la bienvenida al curso nuevo ¡LO HABÍAMOS CONSEGUIDO!

En cuanto a Plof, me pareció verlo jugando en el recreo. Estaba más animado que nunca disfrutando de la magia de esos días. Ya nunca más se llenaría de silencios, porque hay un pueblo que sigue sonando para que nadie se sienta solo.



¿OS HA GUSTADO EL CUENTO? ¿QUERÉIS AYUDAR A RECUPERAR LOS SONIDOS? 
A continuación os dejo algunas ideas:

No hay comentarios:

Publicar un comentario